“Comer por dos” durante el embarazo está asociado con el aumento de peso materno y obesidad infantil


EL ESTUDIO 
Los malos hábitos alimentarios y un estilo de vida inadecuado durante el embarazo, tienen una influencia significativa en la aparición de la obesidad materna e infantil. Se ha demostrado que una alimentación inadecuada durante esta etapa afecta al desarrollo psicológico, físico y la composición corporal de los niños.

Las investigaciones han evidenciado que el exceso de peso causado por un descuido en la alimentación durante el embarazo, trae serias complicaciones a corto y largo plazo en la salud física y psicológica de la madre y la de sus hijos. Además de los problemas de salud mencionados, se suman la diabetes gestacional, enfermedades cardíacas, anomalías metabólicas (hiperglucemia, hipoglucemia, etc.) y obesidad en los recién nacidos.

Si bien, el sobrepeso y la obesidad materna han sido desde hace varias décadas un tema preocupante para muchos investigadores, sin embrago, los hábitos alimentarios durante el embarazo (trastorno por atracones de comida, pérdida de control sobre la comida, etc.) han sido menos estudiados.

En una investigación realizada en más de 11,000 mujeres que estaban embarazadas a principios de la década de 1990 de la región de Avon, en Inglaterra, los investigadores analizaron con qué frecuencia las mujeres han experimentado “pérdida de control sobre la comida” durante el embarazo y que, si esto estaba relacionado con el aumento de peso en ellas, así como en sus bebés.

RESULTADOS 
Los hallazgos publicados en el American Journal of Clinical Nutrition demostraron que las mujeres que informaron haber experimentado “pérdida control sobre su alimentación” con frecuencia, ganaron más peso en comparación a las que nunca han experimentado esta pérdida de control.  

Además, según los autores del estudio, los bebés de aquellas embarazadas que admitieron “trastorno por atracones de comida” tenían el doble de probabilidades a presentar sobrepeso u obesidad a los 15 años, comparando a los de las que nunca han reportado este trastorno alimentario.

También, las mujeres que experimentaron “pérdida de control al comer” eran más propensas a recurrir a dietas de moda durante el embarazo y estaban más insatisfechas con la forma de su cuerpo. Al mismo tiempo, consumían más bocadillos como chocolate y pasteles; por lo general, comían más calorías y menos alimentos ricos en vitaminas A, C y B6, según evidenciaron los investigadores.

Mientras las mujeres embarazadas bromean con frecuencia sobre la noción de que deben “comer por dos”, esto podría tener serias implicaciones para su salud y la de sus hijos, advirtieron los investigadores.

Definitivamente, estos hallazgos son particularmente muy relevantes para la prevención de la obesidad no solamente en las madres, sino también en sus hijos y así, evitando las enfermedades relacionadas.

“COMER POR DOS”, UN MITO

Si bien, durante el periodo del embarazo los requerimientos nutricionales de la madre se incrementan, no obstante, para suplir esas necesidades nutricionales, lo recomendable es llevar una alimentación balanceada, siguiendo las recomendaciones de un profesional en nutrición y dietética.

Calorías: En promedio, una mujer comúnmente consume entre 1500 a 2000 calorías al día; sin embargo, durante la etapa del embarazo, es aconsejable un incremento extra de 300 calorías al día con el fin de optimizar el crecimiento del feto y hacer frente a los nuevos cambios fisiológicos que puedan ocurrir en el organismo de la madre. 

Cabe destacar que, este ascenso extra de energía no se traduce en “comer por dos personas”, ni en doblar la ingesta habitual de la madre; debido a que esto podría poner en riesgo la salud de la madre y la de su hijo.

Además, hay que tener en cuenta que los requerimientos de energía varían significativamente según la edad, el Índice de Masa Corporal y el nivel de actividad de la mujer; de hecho, durante la etapa del embarazo, se reduce significativamente la frecuencia la actividad física de las madres. Por lo tanto, la ingesta calórica debe realizarse, teniendo en cuenta estos factores.

RECOMENDACIONES
Se recomienda incluir en la alimentación del gestante alimentos ricos en fibra como cereales integrales, frutas, verduras y legumbres con el fin de favorecer un óptimo tránsito intestinal y así evitar el estreñimiento que siempre suele presentarse durante este periodo.

Estos alimentos, junto con los de origen animal, son ricos en hierro y se destacan por su importancia en la prevención de la anemia tanto en la madre como en el recién nacido. Sin embrago, debido al requerimiento adicional de hierro en la etapa del embarazo, se recomienda recurrir a los suplementos para suplir esa necesidad extra. 

Si se presenta sensación de vómitos y náuseas o cansancio, es aconsejable no sobrecargar el estomago en las primeras horas del día; evitar ingerir alimentos grasos o fritos, café y chocolate, estos alimentos pueden retrasar el vaciamiento gástrico, provocando una inflamación a nivel de los conductos del esófago por el reflujo. 

Restringir los alimentos procesados o los denominados “chatarra” debido a su alto contenido de sodio, esta restricción ayudaría a controlar la hipertensión inducida por el embarazo y, al mismo, evitando un aumento de peso adecuado. 

Las intervenciones nutricionales individualizadas son un factor importante en la atención prenatal de todas las mujeres durante la etapa del embarazo. Si bien las recomendaciones nutricionales dadas son parte de las intervenciones dietéticas en etapa tan crucial, sin embrago, se recomienda acudir a un profesional Nutricionista Colegiado con el fin de recibir consejería nutricional de manera individual, teniendo en cuanta su estado nutricional, requerimientos nutricionales y condición fisiológica.


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Al analizar los resultados de esta investigación, recurrí a estos materiales disponibles en la web:

1.-Micali N, Al Essimii H, Field AE, and Treasure J. Pregnancy loss of control over eating: a longitudinal study of maternal and child outcomes. Am J Clin Nutr. 2018 Jun 5. doi: 10.1093/ajcn/nqy040. 

2.-Walsh JM, McAuliffe FM. Impact of maternal nutrition on pregnancy outcome – does it matter what pregnant women eat? Best Pract Res Clin Obstet Gynaecol 2015;29(1):63–78.

3.-Boney CM, Verma A, Tucker R, Vohr BR. Metabolic syndrome in childhood: association with birth weight, maternal obesity, and gestational diabetes mellitus. Pediatrics 2005;115(3):e290–6.

4.-Catalano PM. The impact of gestational diabetes and maternal obesity on the mother and her offspring. J Dev Orig Health Dis 2010;1(4):208– 15.

5.-Kominiarek MA, Rajan P. Nutrition Recommendations in Pregnancy and Lactation. The Medical clinics of North America. 2016;100(6):1199-1215. doi:10.1016/j.mcna. 2016.06.004.

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